renunciaré al deseo universal y primitivo, jugaré a ser dios
matando con mis propias manos a quien di vida si es necesario.
lo negaré todo y nadie encontrará ningún rastro ni desliz cometido.
no habrá pruebas contra mí, no quedará ya nadie para acusarme.
seré capaz de llevar la racionalidad a un nuevo nivel,
a un extremo más alejado aun de mis instintos
pero dará absolutamente igual, porque
en las horas de vigilia
los olores nos delatan como si fuésemos animales en celo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario