A veces veo como esos dibujos de seres en la almohada se despiertan y pestañean con su gran ojo, el único que tienen. Me miran con curiosidad, vuelven a pestañear.
Creo que son carnívoros.
martes, 30 de octubre de 2012
La persona que no estaba delante, sino al lado
Te conozco, sé lo que vas a hacer. Puedo anticiparme si quiero, porque eres como yo.
Pero no te veo,
empiezo a preocuparme.
Te busco una y otra vez con la vista fija al frente,
y no apareces.
Empiezo a enfadarme.
Quiero saber dónde te has escondido.
Estoy furiosa y quiero gritarte, pegarte.
Pero no sé dónde buscarte
porque aunque eres como yo, yo a veces no soy como yo y no pienso como yo.
Pero no te veo,
empiezo a preocuparme.
Te busco una y otra vez con la vista fija al frente,
y no apareces.
Empiezo a enfadarme.
Quiero saber dónde te has escondido.
Estoy furiosa y quiero gritarte, pegarte.
Pero no sé dónde buscarte
porque aunque eres como yo, yo a veces no soy como yo y no pienso como yo.
lunes, 29 de octubre de 2012
Las tristezas de un lunes por la mañana
Me digné a abrir por fin el periódico y me enfadó que el mundo hubiese seguido pasando sin mí.
domingo, 28 de octubre de 2012
jueves, 25 de octubre de 2012
Falta de cobertura
Mientras hablábamos comenzó a salir de su cabeza
ese extraño pitido familiar. Era molesto y estridente, penetraba en mis oídos
de forma violenta y apenas me permitía articular palabra. Conforme más rápido
hablaba yo, más fuerte sonaba y más me desesperaba. Mi interlocutor cada vez
parecía más distante, como si toda aquella absurda conversación entre mi voz y
los pitidos le diese exactamente igual. Cuando su expresión de ausencia
fue más que evidente caí en la cuenta: se había quedado sin batería. Ya no se hacían humanos como los de antes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)