con el fin de febrero ha terminado también la mudanza,
ese arrastrar todas las cosas de un sitio a otro con la esperanza de encontrar
lo que está aquí,
ese empezar constantemente
sin cierres apropiados, lentos.
los cajones están llenos y cada cosa tiene un sitio en esta casa,
tenemos incluso brunchs de domingo y doctor en Alaska por las noches.
Me alegra volver a leerte, Eva, un abrazo!
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